En una sartén o cacerola colocamos un poquito de aceite, agregamos el pollo cortado en trozos pequeños y doramos de ambos lados.
Salpimentamos y cocinamos durante 25 minutos o hasta que esté cocinado.
Mientras el pollo se cocina en otra cacerola colocamos el queso cortado en trozos pequeños y la crema, llevamos a fuego mínimo, vamos revolviendo hasta que se disuelva todo el queso. Si quedara demasiado espeso se le puede agregar leche para diluir y alivianarlo.
Una vez que el pollo está cocinado volcamos sobre el esta salsa, tapamos, apagamos el fuego y dejamos reposar por cinco minutos.